Cómo elegir una paleta de colores que funcione
Los colores no solo definen el aspecto de un espacio: también condicionan cómo se percibe y cómo se vive. Elegir bien una paleta de colores en interiorismo es una de las decisiones más importantes de cualquier proyecto, ya que determina el equilibrio visual, la sensación de amplitud y la armonía general.
En KIUI Estudio trabajamos el color desde una mirada funcional y emocional, buscando que cada tono tenga un propósito y se relacione con el estilo de vida de quien habita el espacio.
Por qué es importante elegir bien los colores
El color influye en la luz, las proporciones y el estado de ánimo. Un tono puede agrandar o reducir visualmente una estancia, hacerla más cálida o fría, más activa o relajante. Por eso, una paleta coherente no es solo cuestión estética: es una herramienta práctica de diseño.
Además, elegir bien desde el inicio evita reformas visuales innecesarias, repintados o incoherencias entre mobiliario, textiles y revestimientos.
Principios básicos para crear una paleta coherente
- Empieza por un color base
Define el tono dominante, generalmente neutro o suave, que marcará el fondo del espacio. Los tonos arena, grises cálidos o blanco roto funcionan como base atemporal. - Añade un color secundario
Sirve para reforzar la personalidad del ambiente. Puede ser un verde oliva, un terracota o un azul grisáceo, siempre manteniendo equilibrio con el color base. - Introduce acentos con medida
Los colores de acento aportan contraste y dinamismo. Se pueden aplicar en detalles, cojines, láminas o pequeñas piezas de mobiliario. - Respeta la proporción 60/30/10
Una regla sencilla para mantener la armonía: 60 % del color dominante, 30 % del secundario y 10 % del acento. - Ten en cuenta la luz natural y artificial
El color no es estático. Cambia con la iluminación, por lo que conviene probar las muestras en distintos momentos del día.
Errores comunes al combinar colores
- Elegir tonos solo por tendencia. Lo que hoy se ve moderno puede resultar forzado en pocos años.
- Usar demasiados colores fuertes. Saturan la vista y hacen que el espacio parezca más pequeño.
- Olvidar la coherencia entre estancias. Las transiciones deben ser suaves; una casa o local es un conjunto, no una suma de escenas.
- No considerar los materiales. Los colores interactúan con texturas y acabados: madera, piedra, metal o tejidos pueden alterar su percepción.
Cómo trabajamos el color en KIUI
En cada proyecto analizamos la luz, el tamaño del espacio y el uso que se le da para definir una paleta equilibrada. Nos apoyamos en combinaciones naturales, tonos que respiran y matices que aportan calma. No se trata de llenar de color, sino de crear atmósferas que funcionen y envejezcan bien.
Elegir una paleta de colores en interiorismo no es cuestión de gusto, sino de equilibrio. Cuando los tonos se eligen con intención y coherencia, el espacio transmite lo que debe: armonía, identidad y bienestar.



